Te ha pasado que estás juicios@ con tu dieta cuando de repente te encuentras con un bache en el camino.
Tal vez te saltes el desayuno y termines comiendo una hamburguesa doble con queso y tocino para el almuerzo porque tienes mucha hambre.
Tal vez disfrutes de cenas saludables, pero luego picas papas fritas porque tu estómago retumba.
Controlar tu peso es más fácil cuando puedes controlar tu apetito.
Incluso si tienes un peso saludable ahora, tu metabolismo se pondrá lento a medida que envejeces. Eso significa que es probable que aumentes de peso con solo comer la misma cantidad que de costumbre.
Recuerda que el hambre comienza en tu cerebro y también la solución. Nosotros enseñamos en DoctorWellness a las personas a desactivar los disparadores cerebrales ocultos que los mantiene en sobrepeso.
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Prueba estos consejos para entrenarte para comer menos.
1 . Consume más fibra.
Los alimentos ricos en fibra te llenan más rápido en parte porque tienden a ser voluminosos y tardan más en masticar. Como beneficio adicional, a menudo son muy nutritivos y reducen el riesgo de muchas enfermedades graves. Las buenas opciones incluyen la mayoría de las verduras, frutas y cereales integrales.
2. Incrementa tu proteína.
La proteína también desalienta el hambre y te ayuda a conservar la masa muscular. Los músculos queman más calorías que la grasa. Distribuye tu proteína en cada comida y refrigerio para que tu cuerpo pueda usarla de manera efectiva. Elige fuentes magras como el yogur griego bajo en grasa y la mayoría de los mariscos.
3. Beber agua.
A veces confundimos sed con hambre. Beber uno o dos vasos de agua antes de las comidas puede ayudarte a reducir el tamaño de las porciones.
4. Elige calorías sólidas.
Las bebidas sofisticadas y deliciosas de café y cócteles facilitan la ingestión de 600 calorías o más antes de que tu cerebro sepa lo que sucedió. La comida que masticas le da a tu cerebro más tiempo para sentirse lleno.
5. Toma caldos.
Sin embargo, el líquido en los caldos es un asunto diferente, porque el alto contenido de agua suprime el apetito. Disfruta un plato de minestrone en un día frío de invierno.
6. Evita los edulcorantes artificiales.
El uso de edulcorantes sin calorías puede ser contraproducente. Las investigaciones científicas han demostrado que hacen que tu cerebro quiera comer más porque son cientos de veces más dulces que el azúcar.