La actividad del día a día es muy importante en el proceso de pérdida de peso, ya que puedes quemar más calorías que depender únicamente de la nutrición.
La grasa del cuerpo se quema cuando las células se oxidan para liberar energía en forma de ejercicio o movimiento. Cuando el ejercicio se realiza de forma lenta a moderada, la mayor parte de la energía se extrae de las reservas de grasa.
La pérdida de grasa proviene de las células grasas de todo el cuerpo, no de una o más áreas específicas, por lo que no es posible la reducción de un área determinada.
En este artículo mostraré la forma más rápida y segura de perder grasa del cuerpo.
El mejor ejercicio con mucho para perder grasa es caminar rápido en el interior de la cinta o al aire libre. Lo que muchos no saben es que caminar produce un mayor porcentaje de pérdida de grasa en comparación con trotar o correr. Otras actividades aeróbicas son la cinta de correr, la bicicleta, el escalador o cualquier otro equipo de entrenamiento que se encuentre dentro o fuera del gimnasio.
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Camina o haz ejercicio hasta que estés respirando levemente más fuerte y mantén ese ritmo hasta el tiempo asignado. Si tus actividades aeróbicas te dejan jadeante o sin aliento, estás haciendo demasiado esfuerzo, tu energía proviene de tus reservas de carbohidratos y no de tus reservas de grasa. Intenta caminar rápido durante una hora al día todos los días de la semana si puedes.
Éstos son algunos de los beneficios de Caminar Rápido.
- Fácil de realizar
- Más convencional
- Todo el movimiento corporal natural
- No causa lesiones
- Se puede hacer en cualquier lugar
- El mejor ejercicio de esfuerzo mínimo para perder grasa
Las investigaciones muestran que caminar a paso ligero y regular es uno de los mejores ejercicios que podemos hacer para mantener un buen estado físico. Se adapta a personas de todas las edades y niveles de condición física, es fácil comenzar y no hay técnicas complicadas que aprender ni equipos que comprar.
Caminar es una excelente manera de ponerTe en forma porque utiliza casi todos los músculos y, como debes soportar el peso de tu cuerpo, puedes hacer un buen ejercicio.
También es más seguro para las articulaciones y la espalda que la mayoría de las otras formas de ejercicio porque no estás saltando hacia arriba y hacia abajo, por lo que el impacto es bajo.
Los estudios han demostrado que realizar una caminata diaria de 20 minutos puede reducir el riesgo de ataque cardíaco hasta en un 50%, también reduce la presión arterial alta y ayuda a quemar grasa para mantener el peso bajo control.
Caminar y otros ejercicios con soporte de peso (entrenamiento de fuerza) ayudan a aumentar la masa ósea, que protege contra la osteoporosis y las fracturas óseas.
En las primeras dos semanas, sal a caminar 20 minutos cada dos días y luego aumenta esto a 40 minutos. Al principio, intenta hacer cinco caminatas de 20 minutos por semana por un total de 100 minutos por semana. Una vez que te acostumbres al ejercicio regular, aumenta este a 40 minutos cinco veces a la semana.
A continuación, puedes aumentarlo gradualmente como mejor te parezca, si deseas caminar todos los días durante 40 minutos o incluso una hora, que así sea. Recuerda que cuanto más caminas, más grasa quemas. El mejor ritmo para el entrenamiento físico te dejará un poco sin aliento, pero aún así debes sentirte cómodo y poder mantener una conversación.
A medida que te pongas en forma, querrás presionar un poco más para mantener tu ritmo cardíaco alto. Intenta alargar tus pasos, aumentando tu ritmo. Mantén los hombros hacia atrás, el pecho levantado y la barriga hacia adentro cuando camines, mantén la cabeza erguida para respirar abierta y fácilmente.
Consejos prácticos…
Si te sientes estresado, intenta contar tus pasos repetidamente del uno al diez mientras caminas, esto ayuda a algunas personas a lograr un efecto meditativo y puede ser un gran alivio de la tensión cuando se practica durante 40 minutos completos.
Toma el tiempo, mide la distancia o aumenta el gradiente para hacer el entrenamiento más desafiante. Bebe muchos líquidos durante y después de la caminata.
Haz de la seguridad tu primera consideración. No camines después del anochecer, excepto en lugares bien iluminados y concurridos. Empieza a caminar lentamente y luego aumenta gradualmente el ritmo.