Está claro y más que demostrado que los antioxidantes son beneficiosos para nuestra salud.
La American Heart Association, junto con la Clínica Mayo y la Clínica Cleveland, recomiendan obtener antioxidantes de alimentos integrales y una amplia variedad de alimentos.
Aunque siempre es ideal, y generalmente es más beneficioso, obtener antioxidantes u otros nutrientes directamente de fuentes de alimentos reales, ciertos tipos de antioxidantes también pueden ser útiles cuando se consumen en forma de suplemento.
Todavía hay debate sobre qué antioxidantes pueden ofrecer ayuda para prevenir o tratar enfermedades cuando se consumen en dosis concentradas. Algunas investigaciones han demostrado que los antioxidantes como la luteína y el glutatión pueden ser beneficiosos cuando se toman en forma de suplemento, por ejemplo, para prevenir la pérdida de la visión, los problemas en las articulaciones o la diabetes.
Pero otras investigaciones no siempre muestran los mismos resultados y, a veces, incluso ciertos suplementos como la vitamina A o la vitamina C pueden ser dañinos en grandes cantidades.
Así que recuerda que si bien pueden ayudarte en ciertos casos, en general no parece que el consumo de antioxidantes suplementarios te ayude a vivir más tiempo. Ahí es donde entran tu dieta y tu estilo de vida. En pocas palabras: nunca debemos confiar en los suplementos para contrarrestar los estilos de vida poco saludables y la mala nutrición.
Si en general eres saludable y comes una dieta variada, es posible que no te beneficies demasiado tomando suplementos de antioxidantes.
Sin embargo, si estás en riesgo de padecer algún tipo de pérdida de visión o enfermedad cardíaca, habla con tu médico acerca de si los siguientes suplementos antioxidantes que en las dosis adecuadas (y con un estilo de vida saludable) podrían ser útiles:
1. Glutatión
El glutatión es considerado el antioxidante más importante del cuerpo porque se encuentra dentro de las células y ayuda a estimular las actividades de otros antioxidantes o vitaminas. El glutatión es un péptido que consta de tres aminoácidos clave que desempeñan varias funciones vitales en el cuerpo, que incluyen ayudar con el uso de proteínas, la creación de enzimas, la desintoxicación, la digestión de las grasas y la destrucción de las células cancerosas.
2. Quercetina
Derivado naturalmente de alimentos como bayas y verduras de hoja verde, la quercetina parece ser segura para casi todo el mundo y presenta pocos riesgos. La mayoría de los estudios han encontrado poco o ningún efecto secundario en personas que consumen dietas ricas en nutrientes con quercetina o toman suplementos por vía oral a corto plazo.
Las cantidades de hasta 500 miligramos dos veces al día durante 12 semanas parecen ser muy seguras para ayudar a controlar una serie de problemas de salud inflamatorios, incluidos problemas cardíacos y vasculares, alergias, infecciones, fatiga crónica y síntomas relacionados con trastornos autoinmunes como la artritis.
3. Luteína
La luteína tiene beneficios para los ojos, la piel, las arterias, el corazón y el sistema inmunológico, aunque las fuentes de alimentos parecen ser generalmente más efectivas y más seguras que los suplementos. Algunas pruebas muestran que las personas que obtienen más luteína de sus dietas experimentan tasas más bajas de cáncer de mama, colon, cuello uterino y pulmón.
4. Vitamina C
Conocida por mejorar la inmunidad, la vitamina C ayuda a proteger contra los resfriados, la gripe y potencialmente el cáncer, la piel y los problemas oculares.
5. Resveratrol
El resveratrol es un ingrediente activo que se encuentra en el cacao, las uvas rojas y las bayas oscuras, como arándanos rojos, arándanos, moras y arándanos silvestres. Es un antioxidante bioflavonoide polifónico que es producido por estas plantas como respuesta al estrés, las lesiones y las infecciones fúngicas, lo que ayuda a proteger el corazón, las arterias y más.
6. Astaxantina
La astaxantina se encuentra en el salmón silvestre y el krill y tiene beneficios como reducir las manchas de la edad, aumentar los niveles de energía, apoyar la salud de las articulaciones y prevenir los síntomas del Transtorno de Déficit de Atención e Hiperactividad.
7. Selenio
El selenio es un mineral traza que se encuentra naturalmente en el suelo y que también aparece en ciertos alimentos, e incluso hay pequeñas cantidades en el agua. Es compatible con las glándulas suprarrenales y tiroideas y ayuda a proteger la adecuadamente los procesos mentales. También puede combatir los virus, ayuda a defenderte de las enfermedades del corazón y disminuir los síntomas relacionados con otras afecciones graves como el asma.
8. Aceite Esencial de Lavanda
El aceite de lavanda reduce la inflamación y ayuda al cuerpo de muchas maneras, como la producción de importantes enzimas antioxidantes, especialmente glutatión, catalasa y superóxido dismutasa.
9. Clorofila
La clorofila es muy útil para la desintoxicación y se relaciona con la prevención natural del cáncer, bloqueando los efectos cancerígenos dentro del cuerpo y protegiendo el ADN del daño causado por toxinas o estrés. Se encuentra en cosas como espirulina, verduras de hoja verde, ciertos jugos verdes en polvo y algas verdeazuladas.
10. Aceite esencial de incienso
Se ha demostrado clínicamente que el aceite de incienso es un tratamiento vital para diversas formas de cáncer, incluidos los cánceres de mama, cerebro, colon y próstata. Frankincense tiene la capacidad de ayudar a regular la función epigenética celular, lo que influye positivamente en los genes para promover la curación. Frote aceite esencial de incienso en su cuerpo (área del cuello) tres veces al día, y tome tres gotas internamente en ocho onzas de agua tres veces al día como parte de un plan de prevención natural.