Con los cambios climáticos, los virus de la gripa y la influenza, siempre aparecerán. Eso es inevitable. Lo que si puedes hacer es reforzar tu sistema inmune y prepararte para responder mejor a ataque de los virus.
No es coincidencia que nos enfermemos más a menudo durante los meses de invierno. Las bajas temperaturas nos mantienen encerrados donde es más probable que tengamos contacto prolongado con otras personas infectadas. Además, el clima frío puede resecar el revestimiento de los conductos nasales, haciéndolos más susceptibles a la infección.
Tu primera defensa contra los resfríos y la gripe es una buena higiene personal. El lavado de manos frecuente y exhaustivo, cubriéndote la boca al toser o estornudar, y la limpieza de las superficies que tocas con un desinfectante antiséptico ayudará a protegerte a tí, a tu familia y a tus compañeros de trabajo de los gérmenes que causan infecciones.
Cuando se trata de nutrición, una dieta saludable que incluya proteínas adecuadas y muchas frutas y verduras ayudará a construir un sistema inmune fuerte.
En nuestro exclusivo programa de bienestar te enseñamos estas y muchas más estrategias para que tengas el bienestar que estás buscando. Ve a este enlace https://mydoctorwellness.com/encuesta-nutricional/ para una valoración nutricional GRATIS inicial y ayudarte con tu bienestar😉
El ejercicio regular también mejora la inmunidad. Pero no exageres. El ejercicio de resistencia de alta intensidad o prolongado aumenta la producción de hormonas del estrés, lo que puede obstaculizar la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones.
Estas Son Las 7 Claves Para Prevenir Y Combatir La Gripe
Antioxidantes
Estos pueden ayudar a mantener tu sistema inmune fuerte. Los antioxidantes, que incluyen beta caroteno y vitaminas C y E, son nutrientes esenciales y pueden ayudar a mantener fuerte tu sistema inmunológico. Ayudan a proteger tu cuerpo por dentro. Una forma de hacerlo es atacar los “radicales libres”, que son moléculas que pueden dañar cosas, incluidas las membranas celulares. Al quitarles su poder destructivo, los antioxidantes pueden ayudar a mantenerte saludable o recuperarte más rápido si te enfermas.
La mejor manera de incluirlos en tu dieta es comer más frutas y verduras. Si los cocinas, usa la menor cantidad de líquido posible para mantener los nutrientes en la comida.
La mayoría de las organizaciones de salud recomiendan comer de cinco a nueve porciones de frutas y vegetales diariamente. Eso te dará muchos antioxidantes. Por ejemplo, una cuarta parte de un melón te da casi la mitad del betacaroteno que necesitas en un día. Además, es una rica fuente de vitamina C. Y la espinaca te brinda beta caroteno, vitamina C, ácido fólico y magnesio.
Encuentra el beta caroteno y otros carotenoides en: albaricoques, espárragos, hígado de res, remolacha, brócoli, melón, zanahorias, maíz, guayaba, col rizada, mangos, mostaza y berza, nectarinas, melocotones, pomelo rosado, calabaza, calabaza (amarillo e invierno), camote, mandarinas, tomates y sandía.
Los alimentos ricos en vitamina C incluyen: brócoli, melón, coliflor, col rizada, kiwi, jugo de naranja, papaya, pimiento rojo, verde o amarillo, camote, fresas y tomates, limones.
Estos Alimentos tienen abundante vitamina E incluyen: almendras, aceite de maíz, aceite de hígado de bacalao, avellanas, langosta, mantequilla de maní, aceite de cártamo, filete de salmón y semillas de girasol.
Bioflavonoides
Los alimentos ricos en bioflavonoides también pueden ayudar a mantenerte saludable. Las investigaciones muestran que estos nutrientes clave ayudan a estimular la activación del sistema inmune. Estas sustancias naturales acompañan a la vitamina C en las plantas y actúan como antioxidantes.
Fuentes de alimentos: puedes encontrar bioflavonoides en la pulpa y un núcleo blanco que atraviesa el centro de los cítricos, los pimientos verdes, los limones, las limas, las naranjas, las cerezas y las uvas. La quercetina es un bioflavonoide altamente concentrado que se encuentra en el brócoli, las frutas cítricas y las cebollas roja y amarilla.
Glutatión
El glutatión es otro nutriente que ayuda al sistema inmunológico a funcionar bien para combatir las infecciones.
Fuentes de alimentos: se puede obtener del brócoli, coles de Bruselas, repollo, coliflor, espinacas y otras verduras crucíferas.
Fitoquímicos
Los alimentos ricos en fitoquímicos también son importantes para el bienestar. Los fitoquímicos se encuentran en todas las plantas, por lo que una dieta que incluya una variedad de granos, frutas y verduras te dará estas sustancias saludables.
Fuentes de alimentos: manzanas, albaricoques, brócoli, coles de Bruselas, col, zanahorias, coliflor, ajo, legumbres, cebollas, pimientos rojos, soya, batatas y tomates.
Proteína
Necesitas proteínas para construir y reparar el tejido corporal y combatir las infecciones virales y bacterianas. Asegúrate de elegir fuentes magras, como frijoles y soya, carne de res magra y pollo o pavo sin piel.
Sopa de pollo
La sopa de pollo preparada en casa con pollo, cebolla y papas, parece ayudar a combatir los resfriados en al menos dos estudios de investigación. Ayuda a eliminar la congestión nasal y la mucosidad fina para que puedas toser mejor. Además, las investigaciones muestran que puede tener un leve efecto antiinflamatorio que puede ayudar a aliviar los síntomas del resfriado.
Beber té caliente es otro gran remedio casero antiguo.
El té caliente ayuda a diluir la mucosidad y garantizar la hidratación adecuada del cuerpo. Los tés verdes y negros están llenos de flavonoides, que son potentes antioxidantes.